Una emoción es un estado afectivo que experimentamos, una reacción subjetiva al ambiente que viene acompañada de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia.

Las emociones son reflejo de las necesidades básicas. Nos referimos concretamente a:
1. Necesidad de sentirnos aceptados (tanto por nosotros mismos como por otros)
2. Necesidad de sentirnos útiles, eficaces, que podemos controlar las cosas
3. Necesidad de sentirnos autónomos, que podemos dirigir nuestra vida
4. Necesidad de sentirnos seguros
5. Necesidad de sentirnos vinculados, pertenecientes a algo

Por lo tanto, si alguien por ejemplo siente tristeza, esta emoción le está avisando de que es posible que alguna necesidad básica no se esté cubriendo. Puede que esa persona haya roto una relación con alguien querido, y esa necesidad de sentirse aceptado o vinculado no se está cubriendo. Por lo tanto, es normal que se encuentre así, no es ningún “bicho raro”.

Mitos más frecuentes sobre las emociones

Solemos ¨demonizar¨ las emociones debido a las sensaciones interoceptivas percibidas que ellas producen (muchas veces molestas o insatisfactorias, por ejemplo la ansiedad), y todo lo que ellas nos hacen sentir (físico y emocional), muchas veces por desconocimiento y carencias de habilidades en su regulación se produce este rechazo hacia ellas, manifestando conductas de escape o evitación. Por tanto, es normal que existan en nuestro sistema de creencias una serie de mitos sobre las emociones.

Entre ellas mencionamos:

Las emociones desagradables son peligrosas e incontrolables

Las emociones son siempre constructivas, y si no se evitan son suaves.

Las emociones negativas no sirven para nada, son un estorbo, un sufrimiento

Las emociones desagradables son útiles, nos informan sobre nosotros mismos y sobre el entorno. Nos permiten tener intuición, planificar nuestro comportamiento. Mientras sean adecuadas en intensidad y duración, son una herramienta.

Sentir ciertas emociones es de personas débiles

Las emociones como la tristeza o la vergüenza son universales, no se relacionan con la fortaleza de la persona. Todos sentimos humillación, miedo, rabia… lo que pasa es que a algunos se les nota más que a otros. Los que son capaces de regularlo es porque han aceptado esa emoción. Lo han considerado normal.
Ej. Si yo siento humillación por algo, e interpreto este sentimiento como señal de que soy un inmaduro, de que no debería sentirme así, de que parezco poco preparado, me sentiré peor que si acepto que me he sentido humillado por algo y que es normal sentirse así por eso que me ha ocurrido.

Cuando siento cosas negativas a veces pienso que soy una mala persona

Las emociones no están sometidas a juicio ético, sólo las conductas, los sentimientos no son controlables, pueden ser reguladas, pero no anuladas, son reacciones.

Los sentimientos negativos me limitan y no me dejan hacer nada

Los sentimientos no son un reflejo puro de la realidad, son avisos, a veces pueden ser falsas alarmas. De esa forma siempre estás protegido, si notas que es una falsa alarma y se acepta la emoción como tal, ésta decae.

Determinados sentimientos me hacen sentir fatal conmigo mismo

Los sentimientos no son ni juicios ni condenas, son siempre avisos constructivos, con una función útil.

Recomendación

La comprensión de las emociones suele ser una tarea complicada muchas veces, principalmente porque no hemos sido educados extensamente en el tema, por poner un ejemplo, desde que somos muy pequeños las emociones que se nos enseñan son las básicas (ira, alegría, tristeza, asco, sorpresa..), dejando de lado un sin fin de emociones secundarias, sin contar con aquellas mucho más complejas como son las emociones ambivalentes (entre otras). Es complejo hacer una regulación emocional si en principio no conocemos o identificamos las emociones, ¿cómo podemos regular una emoción que no identificamos, reconocemos, detectamos y etiquetamos correctamente?. La gran mayoría de personas requerimos ayuda, orientación y entrenamiento en este tema, requiriendo la ayuda profesional de un psicólogo.

Por otra parte, no debemos olvidar que a veces las emociones pueden ser falsas alarmas, del mismo modo que no todo el pensamiento es necesariamente lógico, no todas las emociones son necesariamente inteligentes. Los invitamos a explorar el mundo de las emociones, sus funciones, utilidades, regulación y normalización. En Mejor Sin Ansiedad te ofrecemos un exclusivo plan de tratamiento y entrenamiento de tus emociones y de las personas que te rodean. Sin duda te podemos ayudar en este importante tema.