En la actualidad existe un incremento importante de casos de ansiedad. En el mundo se registran más de 264 millones de personas que la padecen.

Es alarmante cómo incluso este trastorno tiene inicio cada vez con más frecuencia a edades muy tempranas, encontrando no solo adolescentes sino a niños/as con sintomatología ansiosa:

  • Debido a las altas demandas del entorno social, académicas y generacionales
  • Por tener pocos o deficientes medidas de afrontamiento y gestión emocional, organización del tiempo, solución de problemas<
  • entre otras cosas.

Es importe resaltar un par de aspectos. El primero, que la ansiedad es una consecuencia y por ello es importante evaluar y conocer las causas que la producen. La segunda, que las personas cada vez se muestran más abiertas a pedir ayuda, no dejando transcurrir mucho tiempo, evitando la cronificación del problema, normalizando la visita al psicólogo. Además, hoy día contamos con las facilidades que nos ofrece la terapia online, siendo esta no sólo de eficacia comprobada sino también la mejor aliada para los casos en la que las agendas saturan el día a día y complican los traslados hacia las consultas presenciales.

Obtén un diagnóstico correcto de la Ansiedad

Los psicólogos atienden este frecuente problema en terapia en primer lugar entendiendo el caso del paciente desde un punto de vista individual, evaluando al paciente por medio de entrevistas estructuradas, semi estructuradas, en ocasiones haciendo uso de cuestionarios o test psicológicos que servirán al facultativo para comprobar sus hipótesis explicativas sobre el caso y establecer un diagnóstico concreto.

Una vez se tenga el diagnóstico, el psicólogo presentará al paciente un plan de tratamiento en el que se aborde la problemática desde varias perspectivas, a nivel emocional, cognitiva y conductual.

La Terapia Cognitivo Conductual

La Terapia Cognitivo Conductual (TCC) es la que se ha mostrado más eficaz para tratar la ansiedad, debido a que esta misma contiene una serie de técnicas que han sido validadas empíricamente.

Esta corriente psicológica trabaja no sólo en la modificación de la conducta del sujeto sino también en la modificación de esquemas mentales, interviene en las formas en las que se interpreta la realidad, entrena al paciente a pensar de una forma más adaptativa y probabilística, enseña a detectar los pensamientos y reestructurar aquellos que no solo nos hacen daño emocional sino que se caracterizan por ser erróneos.

Por otro lado y según sea el caso en particular, es posible que se combine un tratamiento farmacológico con la psicoterapia, es importante resaltar que la farmacología en ningún caso resolverá el problema del paciente, sino que lo ayudará a tener una mejor disposición o base para el desarrollo de las técnicas aprendidas en terapia y consiguiente puesta en marcha de las mismas.

¿Qué se trabaja en terapia psicológica para reducir la ansiedad y por medio de qué técnicas se consigue?

Formas de pensar

En terapia el paciente aprende a pensar de una forma realista y objetiva ya que los pensamientos están directamente relacionados con los estados emocionales (entre ellos la ansiedad) y las conductas.

El psicólogo trabajará este objetivo por medio de la técnica llamada “Reestructuración Cognitiva”. En la aplicación de esta técnica el profesional enseña al paciente a detectar los pensamientos erróneos, negativos e intrusivos que generan el fuerte malestar al sujeto. El paciente analiza y comprueba la veracidad de estos pensamientos y se establecen modificaciones a ellos. Se enseña al paciente a contemplar e incluir otros pensamientos alternativos, alejando al sujeto de un estilo de pensamiento dicotómico, polarizado. De esta forma no sólo se consigue aprender a pensar de una forma más adaptativa sino también se obtienen beneficios a nivel emocional y conductual consecuentes de estas modificaciones cognitivas.

Aprender a reducir la tensión y a respirar

El terapeuta puede enseñar al paciente y entrenar con él la respiración profunda, haciendo uso de la técnica “Respiración Diafragmática” consiste en aprender un tipo de respiración relajante en el que usa el diafragma. El diafragma es el músculo que se encuentra debajo de las costillas y arriba del estómago. Con este tipo de respiración, el diafragma ocasiona que el estómago, en vez del pecho, suba y baje. Por medio de la respiración diafragmática se consigue hacer una respiración profunda, un llenado total de los pulmones (en las zonas altas, medias y bajas), al conseguir una mayor cantidad de oxígeno en los pulmones obtendremos mayor oxígeno en sangre, la sangre oxigenada recorre todo nuestro cuerpo, produciendo una sensación de relajación.

Aprender a afrontar las emociones

En terapia aprendemos a afrontar las emociones y la vida en general. El psicólogo enseña al paciente por medio de la técnica “Regulación Emocional” a tener un amplio conocimiento de las emociones neutras, ambivalentes, placenteras y displacenteras. Se aprende a identificarlas, etiquetarlas (ponerles nombres) y a partir de ahí establecer acciones concretas para cada emoción que permitan regularlas, evitando que estás mismas se muestren de forma impropias o desbordadas.

Por otra parte, el terapeuta podría trabajar con el paciente medidas de afrontamiento activo hacia un objeto, situación o persona (que produzca ansiedad) por medio de la técnica “Exposición” en la que se elabora un programa pormenorizado, compuesto por situaciones graduales a las que el sujeto bajo supervisión se irá exponiendo, comprobando que la ansiedad desaparece o se extingue ante la situación o aquello que inicialmente nos producía fuerte malestar.

En términos generales podríamos decir que en terapia se atiende la ansiedad desde la parte mental emocional y física.