Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la depresión es en la actualidad la principal causa de discapacidad a nivel mundial. Desde el 2020 hasta la fecha, ha habido un incremento a pesar del bajo índice de diagnosticados y se calcula que en el mundo pueden padecerla al menos 300 millones de personas.

Esta afección desde luego que se convierte en el mayor riesgo de suicidio para las personas, pero el estigma, las altas deficiencias en el sistema de atención de salud primaria, problemas económicos de quien lo padece (entre otras razones), hacen en muchas ocasiones que las personas no reciban la atención adecuada para este problema.

Cuando un paciente que presenta depresión acude a la atención primaria, lo más probable es que sea atendido por un facultativo y le prescriba fármacos antidepresivos, claro está, siempre que los síntomas descritos y manifiestos coincidan con dicha patología o diagnóstico para el mismo.

Los antidepresivos o medicación antidepresiva son un grupo de fármacos que tienen la capacidad de mejorar el estado de ánimo en personas deprimidas. Los antidepresivos, además de tratar la depresión, pueden tratar otros trastornos psiquiátricos, especialmente los trastornos de ansiedad. Cabe destacar que existe un porcentaje de personas que no responden a la medicación, entre el 30 y 40% de ellos, cuando esto ocurre lo recomendable es que se hagan las siguientes consideraciones y revisiones.

¿Qué hacer si mi psicofármaco para la depresión no me funciona?

  1. Revisar la adherencia y orden al tratamiento, es importante seguir la pauta farmacológica tal como te la ha pautado el médico.
  2. Revisar si estás tomando alguna otra medicación que pueda estar interfiriendo con el tratamiento, incluso si se trata de tratamientos de herbolario, es indispensable que comentes estos detalles en tu consulta.
  3. Revisión de las enfermedades físicas ya diagnosticadas o de las posibles, por ejemplo, aquellas relacionadas con la tiroides que pueden afectar directamente tus estados de ánimo debido a los desajustes hormonales.
  4. Se deben considerar otros diagnósticos a otras afecciones psicológicas, tal como trastorno bipolar, que puede causar o empeorar la depresión y puede necesitar un tratamiento diferente; otra puede ser la distimia, una forma de depresión leve pero a largo plazo (crónica); o un trastorno de la personalidad que contribuya a que no mejore la depresión.
  5. Es posible que la medicación pautada requiera de más recorrido, por tanto, tengas que esperar a que este surta efecto, normalmente se entiende que el tiempo para empezar a hacer su trabajo de forma eficiente es de cuatro a ocho semanas, incluso se conocen casos en los que requieren más tiempo, no es exacto, dependerá de la necesidad individual y metabolismo de la persona. Es importante resaltar que durante este tiempo de ingesta sí se presentarán los efectos secundarios asociados al fármaco.
  6. Es posible que se requieran dosis más altas, esta pauta siempre la debe dar el facultativo, jamás debe ser el paciente el que cambie la pauta, ni para más ni para menos.
  7. En ocasiones se aconseja hacer pruebas farmacogenómicas que sirven para revelar cómo la persona metaboliza estos fármacos prescritos. Estas pruebas no son del todo certeras, pero pueden dar pistas sobre tu caso, estas pruebas suelen ser costosas y deben hacerse siempre en servicios o asistencias privadas.
  8. Es posible que en tu caso concreto de depresión se requiera no sólo un fármaco sino una suma de ellos para estabilizar tu estado de ánimo.

¿Cómo funcionan los antidepresivos en mi cuerpo?

Los antidepresivos ayudan a equilibrar las sustancias químicas del cerebro. Mejoran el humor, la concentración y el sueño. A veces tardan varias semanas (generalmente de cuatro a seis) en hacer efecto pleno.

¿Cuáles son los fármacos más utilizados y algunos de sus efectos secundarios?

Han transcurrido al menos más de cuatro décadas y no se han desarrollado nuevos medicamentos que puedan curar esta enfermedad, los fármacos que más se han utilizado o los que más comúnmente se han recetado para la depresión son los Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS). Estos traen consigo una serie de inconvenientes o efectos secundarios nada agradables tras su ingesta/uso. Algunos pacientes pueden parecer más agitados, deprimidos y ansiosos dentro de la semana siguiente al inicio de los ISRS o al aumento de la dosis y preocupa el uso de ISRS y la posibilidad de suicidio. Otros efectos secundarios menos preocupantes pero posibles serían: La disfunción sexual (en especial la dificultad para alcanzar el orgasmo, pero también la disminución de la libido y la disfunción eréctil) aparecen en un tercio de los pacientes o más. Algunos ISRS causan aumento de peso.

Recomendaciones generales para abordar con éxito la depresión

Si bien es cierto que la farmacología en múltiples casos se convierte en una aliada para el tratamiento de la afección o depresión, es importante destacar un aspecto, se ha demostrado empíricamente que los tratamientos farmacológicos son menos efectivos que la suma de tratamiento psicológico coadyuvado o conjunto con el tratamiento farmacológico (esto en los casos en que se requiera ayuda farmacológica), por tanto es altamente recomendable conjugar los fármacos con la psicoterapia, a fin de que puedas encontrarte con ayuda superar los desafíos de la vida, resolver los problemas que se presenten, gestionar las emociones, tomar decisiones, pensar de una forma más adaptativa, aprender a gestionar el estrés, superar traumas, etc. Todo esto antes mencionado nunca puede ser atendido o resuelto con medicación sino con ayuda de un psicólogo.

En Mejor sin Ansiedad somos especialistas en el área, por tanto, abordaremos tu problema según tus necesidades especiales y particulares, tras un estudio y evaluación exhaustiva (y siempre que consideremos sea el caso) recomendaremos la visita a un especialista que refuerce nuestro tratamiento psicológico con alguno farmacológico.