La importancia de la comunicación en la pareja

La importancia de la comunicación en la pareja

Una buena comunicación es vital para la relación de pareja, pues asegura que la otra persona conoce nuestros deseos y necesidades, permite compartir momentos y vivencias. Es la llave para poder solucionar otros problemas.

Los principales problemas relacionados con la comunicación que presentan las parejas se centran, fundamentalmente, en el modo de realizar la comunicación y en su contenido, tanto en sus aspectos verbales (déficit en la transmisión de información, comunicación indirecta y confusa, conversaciones poco fluidas…) como en los aspectos no verbales (inadecuado contacto visual, tono incorrecto, actitud de no escuchar…). La comunicación afectiva y sexual puede incrementar su armonía si sus protagonistas se informan sobre cuáles deben ser los criterios adecuados para generar el cambio necesario que estrecharía más sus niveles de amor y de convivencia.

Saber cómo decir lo que no nos gusta del otro, saber cómo criticar el comportamiento sexual de forma que no produzca incomodidad, es el primer paso para una estable compenetración sexual y afectiva. Criticar consiste, no en gritar al otro lo que ha hecho mal, sino en dar criterios para cambiar, en informar al otro miembro de la pareja clara, precisa y simplemente de la conducta concreta que queremos que cambie.

¿Cómo mejorar la comunicación? Saber decir las cosas es una cuestión de aprendizaje

1. Recordar que nadie es perfecto. El tener esto presente ayuda a ser más tolerante con los fallos de los demás.

2. No obligar a adivinar o suponer. Algunas personas piensan, erróneamente, que el amor proporciona a sus parejas el don de la clarividencia, y que no hace falta hablar para conocer las apetencias y necesidades (“si me quiere debe conocer lo que quiero, si se lo digo yo pierde el encanto”). Esta creencia suele ser el punto de partida de un sistema de comunicación distorsionado. Además, será una fuente constante de frustración para ambos miembros. La persona que no comunica esperará acciones de su pareja que nunca ocurrirán, aun cuando exista en esta la mejor de las predisposiciones a complacerla. La otra parte realizará muchos actos que no serán efectivos para su pareja.

3. Observar las críticas como una oportunidad que hay que aprovechar para cambiar y aprender. Para dar y recibir más placer. Para descubrir más aspectos de intimidad en la pareja y no percibirlas como una ataque.

4. Elegir el sitio adecuado para llevar a cabo la comunicación. Ejemplo, no es conveniente discutir las cosas en la cama, delante de amigos o de los propios hijos.

5. Mirar atentamente a los ojos de la otra persona y dedicar toda nuestra atención a lo que estamos diciendo y a las reacciones que nuestra crítica provoca en la otra persona. No es adecuado estar haciendo a la vez otra actividad. Cuando se quiere comunicar se debe dedicar toda la atención y esfuerzo a ese objetivo.

6. No criticar aquellos aspectos que no se pueden cambiar.

7. Empezar siempre con un comentario positivo sobre el otro.

8. Decir exactamente qué es lo que no nos gusta. Esto tiene que ser algo concreto. Es ineficaz decir: “no me gusta cómo me haces el amor”, es demasiado general; lo adecuado sería decir: “no me gusta cuando me tocas los muslos de esta forma”.

9. No generalizar, no avergonzar, no culpar, no ridiculizar es fundamental para que la crítica funcione, es decir, provoque el cambio esperado.

10. No ordenar ni imponer.

11. Decir exactamente cómo nos gustaría que lo hiciese y mostrárselo con un ejemplo.

12. Ofrecer ayuda para producir el cambio que se desea. Tomar iniciativas que hagan más fácil el cambio.

13. Expresar con claridad lo que el otro hace, en las circunstancias que lo hace y los sentimientos que a usted le provoca, sin hacer juicios de valor ni
acusaciones (criticar la conducta no a la persona).

14. Asegurarse que el otro ha entendido lo que queríamos decir.

15. No saltar de un tema a otro. Siempre se tiene que intentar modificar una conducta no varias al tiempo.

16. El tono de voz debe ser positivo o, al menos, neutro.

17. Mostrar abiertamente el reconocimiento y el agradecimiento por la aceptación de la crítica.

18. Valorar clara y expresamente con cierta frecuencia las cosas placenteras que se reciben de la pareja, teniendo en cuenta los esfuerzos que el otro miembro de la pareja realiza.

Recomendación

Acudamos a terapia de pareja para mejorar el estado de nuestra relación, aprender a tener una mejor comunicación de pareja y evitar desarrollar problemas que puedan atentar contra nuestra relación.

En Mejor Sin Ansiedad podemos hacer una evaluación de vuestro estado en la relación de pareja, ayudaros a mejorar o a resolver cualquier problemática ya existente o evitar las mismas, lo importante es actuar.


¿Qué puedo hacer para mejorar mi relación de pareja?

¿Qué puedo hacer para mejorar mi relación de pareja?

Las relaciones de pareja, son algo que prácticamente a todos nos interesa, puesto que independientemente del grado de intimidad alcanzado en la relación, casi todos tenemos, hemos tenido o probablemente tendremos una relación de pareja en un futuro, bien sea hombre-mujer, hombre-hombre o mujer-mujer.

¿Qué es una relación de pareja?

Es un vínculo afectivo mediante el cual se pretende compartir una serie de cuestiones como; intereses, metas, proyectos, objetivos.
Generalmente existe el mito de que en una relación de pareja, los miembros deben de unificarse, ser uno sólo; aunque existen matices. Si bien es cierto que es muy importante
una puesta en común entre ambos y que ayuda la concordancia en aspectos como: religión, clase social, etnia, cultura, ideologías,… la autonomía personal y la propia identidad no debe perderse en una relación (como tan frecuentemente ocurre en relaciones de maltrato o dónde uno de los miembros es muy posesivo/a). Para ser 2, es preciso primero ser 1 + 1, si una relación sentimental paga el precio de la pérdida de la propia identidad, está condenada a no producir goce ni felicidad a quien la ha perdido en la relación y a quien es amado por él. La pérdida de las señas de la propia identidad es una de las principales causas de las crisis de pareja y proporciona el sentimiento de la anulación de la personalidad.

Remedios para mejorar una relación de pareja

1. Borrón y cuenta nueva

Éste generalmente es el punto de partida para empezar a arreglar una situación conyugal. Especialmente cuando ésta es difícil, es necesario esforzarse por asumir y digerir el pasado.

2. Esforzarse por no sacar la lista de agravios

Es el inventario de pequeños y grandes errores, fallos, defectos y fracasos que se acumulan tras la convivencia. Éste aspecto suele dificultar en gran medida el diálogo y de lo que se trata es de que se de.

3. Respeto mutuo en 3 direcciones

De palabra, obra y por gestos.

4. Para estar con alguien primero hay que estar con uno mismo

Hace referencia a saber lo que se quiere, tener las ideas claras sobre los temas importantes de la vida –entre ellos la pareja-; ser estable, realista con las posibilidades de uno mismo, satisfecho.

5. Poner argumentos a la vida conyugal

El aburrimiento es uno de los grandes enemigos de las parejas modernas. Al decir argumental, se hace referencia, a que la vida humana tiene que tener objetivos, proyectos, motivos e ilusiones para compartir conjuntamente.

6. Vida sexual sana, positiva y centrada en la comunicación

Compartir experiencias y fantasías, siempre y cuando haya acuerdo, respeto y comunicación por ambas partes.

7. Evitar discusiones innecesarias

Generalmente poco a poco las discusiones erosionan una relación sin que nos demos cuenta. Siempre y cuando se pueda y no sea de aspectos importantes o que nos inquieten, hay que evitar discutir por cuestiones sin importancia, especialmente discusiones que no resuelven nada, sólo el desahogo emocional pasajero.

8. Hacer repetidos esfuerzos de voluntad para mejorar y pulir las dificultades de la convivencia

Se trata de llevar a cabo conductas, anticipando las consecuencias negativas posibles que pudieran darse.

9. Echarle a la vida sentido del humor

Hay parejas que se pasan el día dramatizando situaciones, haciendo de un granito una montaña, sacando cosas de contexto. El llevar las cosas con sentido del humor, el favorecer la sonrisa, o la carcajada, liberará endorfinas que nos harán sentirnos mejor y lograr un buen nivel de higiene mental.

10. Aprender a remontar momentos, días o situaciones difíciles

Es imposible pensar, que no se dan en pareja días malos o que vayan a aparecer reacciones ambiguas. Debe procurarse llevar a cabo una comunicación efectiva, en la cual
los aspectos verbales y no verbales sean congruentes. Que el mensaje emitido sea claro, sin ambigüedades.

11. Saber escuchar, aprender a dialogar y adquirir habilidades de comunicación

Deben evitarse sarcasmos, burlas, gritos, amenazas o regañinas por cualquier motivo. Una comunicación efectiva, es aquella en la cual cada comunicante es a la vez emisor y receptor de mensajes. Cuando el mensaje es claro, concreto y reconocible por un observador objetivo. Para discutir hay que partir de un principio y querer buscar una solución. Aprender a eludir áreas sensibles y dolorosas para uno de los miembros y aprender a centrarse en el tema y no irse por las ramas.

12. Hacer uno de la diplomacia o mano izquierda

Es decir, procurar ser hábil en el trato. Actuar con cortesía, tacto, saber callar a tiempo y reconocer los errores,…

13. Días rosas

Se trata de que uno de los cónyuges, por ejemplo una vez al mes o cada 2 semanas, procure hacer todo lo posible para agradar a la otra persona.

14. Saber que la vida tiene activo y pasivo

Es decir, que en toda relación habrá buenos y malos momentos; asumiendo que no todo es de color de rosa, pero que eso es algo natural, se da en las mejores familias y al igual que no dura siempre una situación de felicidad, tampoco una de malestar.

15. Frenar la tendencia a controlar, vigilar e inspeccionar al cónyuge

Es decir, que ambos miembros de la pareja se sientan libres y que confíen en ellos. Cuando un miembro se siente controlado, se mantiene en guardia, perdiendo espontaneidad y por tanto la relación puede sentirse afectada.

16. Frenar el lenguaje interior negativo del cónyuge

Es decir, evitar el hacer generalizaciones negativas continuas, centrarse en lo negativo o agrandarlo, sacar cosas de contexto, hacer uso de distorsiones cognitivas: magnificación y minimización, pensamientos dicotómicos, pensamientos negativos anticipatorios, etiquetación, etc.

Recomendación

Si vemos que se nos dificulta poner en práctica estas u otras prácticas es importante que pidamos ayuda profesional, concretamente apuntarnos a una terapia de pareja. La intervención de un especialista nos pueda ayudar a evaluar de forma pormenorizada nuestra problemática y poner remedio a la situación que nuestra pareja esté atravesando.


Cinco conductas saludables que nos indican que nuestra relación de pareja va bien

Cinco conductas saludables que nos indican que nuestra relación de pareja va bien

Una de las grandes preocupaciones del ser humano siempre ha sido los problemas de pareja. No existe una fórmula ideal para el amor. Cada relación, igual que cada individuo, es un mundo y hay numerosas maneras de ser feliz en pareja. Nadie ha de decirte cómo se ha de vivir la sexualidad o las interacciones afectivas. Lo que sí sabemos es lo que no es saludable; qué cosas no debemos permitir o cuando hemos de plantearnos si querer a nuestra pareja no es suficiente para seguir juntos.

Saber cómo diferenciar qué conductas o situaciones son peligrosas en nuestras relaciones, es algo sumamente inteligente, sin embargo, también hay que prestar atención a las cosas buenas que pueden tener estas relaciones. Nuestra pareja puede estar tomando acciones para demostrar madurez y compromiso en la relación, y estas son señales de una relación estable, segura y duradera.

Así que, a continuación, vamos a señalar cinco de las más importantes (que no las únicas):

1. La confianza el uno en el otro

Uno de los puntos de referencia en una relación sana es la profunda confianza mutua. Tu pareja es responsable en general, por ejemplo, si dice que recogerán algo, están allí y son puntuales. Tener confianza en nuestra pareja es una señal súper importante ya que la confianza es un componente integral de una relación, no solo romántica. Poder compartir no sólo nuestra información diaria sobre nosotros con ellos, sino también nuestras vulnerabilidades y deseos hace que la relación sea honesta y de cuidado mutuo.

2. El respeto por los límites y el espacio personal de cada uno

El respeto mutuo que se siente el uno por el otro, no sentir celos si nuestra pareja sale con un amigo o grupo de amigos, si no se siente amenazado cuando pides tener tu tiempo a solas. Es muy importante. Conocer, comunicar y respetar los límites es indispensable en una relación sana.

3. La comunicación es buena

Si nuestra pareja suele estar en las redes sociales mientras hablas, no muestra signos de escucha activa. Por el contrario, si hace contacto visual y te presta atención cuando le cuentas sobre tu día a día, es señal de compromiso y respeto. Además, reconocer y aceptar los sentimientos del contrario y mostrar empatía, hace que te ofrezcan una validación emocional que es importante. En una relación sana, ambas partes deben sentirse aceptadas y saber que sus pensamientos y sentimientos privados importan.

4. Disfrutáis pasando tiempo el uno con el otro

Por supuesto, no se puede decir que una relación sana sea perfecta y esté siempre en lo alto, ya que todas las relaciones tienen sus altibajos. Tener más situaciones favorables que negativas (por ejemplo, 5 o más interacciones buenas en contraposición a 1), disfrutar de la compañía que nos dan y mostrar afecto por ellos, además de la intimidad sexual presente, es indicio de una buena señal o signo saludable.

5. Tu pareja está agradecido por tenerte

Los lazos íntimos en las parejas se fortalecen si nuestra pareja nos aprecia. Es decir, si nos sentimos valorados por nuestras parejas, nos preocupamos por sus necesidades, desarrollando los sentimientos y mostrándonos de manera más leal hacia ellos en una relación a largo plazo. Además, la gratitud nos hace más felices, lo que hace que estas emociones se compartan en la relación, favoreciéndola.

¿Qué hacer si en mi pareja no están presentes estas conductas?

La etapa de enamoramiento en una pareja puede pasar e incluso suele pasar, cuando esto ocurre y no existen elementos (más allá del propio romance, enamoramiento) que sujeten o sustenten a la pareja podría llegar la relación hasta el punto (en muchos casos) de disolverse o de la separación. Al perderse la ilusión inicial y caer en una etapa de desasosiego, aislamiento y poco reforzadora, la pareja puede entrar en una etapa ¨peligrosa¨. Gracias a que la psicología ha estudiado el comportamiento humano y las formas saludables para relacionarlos con los seres humanos, y resolver las crisis de forma positiva, generar cambios e incluso salvar una relación. Sería sumamente interesante y saludable que nos pongamos en manos de profesionales cuando en nuestra pareja se presentan estos primeros signos de disfunción.


¿Qué se hace en la terapia de pareja?

¿Qué se hace en la terapia de pareja?

Todos sabemos que las relaciones románticas son un trabajo duro. Al igual que los coches, requieren un mantenimiento regular para que sigan funcionando bien. Si hay un problema, es mejor repararlo enseguida para evitar más complicaciones en el futuro.

A menudo podemos hacer nosotros mismos parte del mantenimiento y las reparaciones básicas. Otras veces, la terapia de pareja conductual y la ayuda de un profesional autorizado pueden ser lo mejor para la relación. Este tipo de asesoramiento sobre la relación se centra emocionalmente en mejorar la satisfacción de la relación y la resolución de conflictos entre la pareja.

El objetivo final de un consejero es ayudar a construir una relación sana y resolver los problemas que pueda haber.

¿Qué es la terapia de pareja?

La terapia de pareja es un tipo de psicoterapia en la que un terapeuta licenciado, con experiencia clínica en el trabajo con parejas, ayuda a las personas implicadas en una relación romántica a conocer su relación, resolver los conflictos y mejorar la satisfacción de la relación utilizando una serie de intervenciones terapéuticas. Aunque la práctica de la terapia de pareja conductual puede variar en función de la orientación teórica del terapeuta, toda la terapia de pareja suele incluir los siguientes elementos generales.

  • El enfoque en un problema específico (por ejemplo, dificultades sexuales, adicción a Internet, intimidad, celos).
  • Participación activa por parte del terapeuta en el tratamiento de la propia relación, en lugar de cada individuo por separado.
  • Intervenciones centradas en la solución y orientadas al cambio al principio del tratamiento.
  • Un establecimiento claro de los objetivos del tratamiento.

Las investigaciones muestran que más del 95% de las parejas encuestadas obtuvieron la ayuda que necesitaban de la terapia de pareja. Además, casi todas las parejas confirmaron que la terapia les proporcionó herramientas más eficaces para afrontar los conflictos.

Qué esperar de la terapia de pareja

¿No sabes qué esperar en cada sesión de terapia de pareja? Normalmente, la primera sesión de terapia de pareja comienza con algunas preguntas estándar de la entrevista sobre la historia de la relación, así como con una profundización en la familia de origen de cada miembro de la pareja, sus valores y sus antecedentes culturales. El terapeuta también puede utilizar las sesiones iniciales para intervenir en caso de crisis, si es necesario.

A continuación, el terapeuta de parejas ayudará a la pareja a identificar el problema en el que se centrará el tratamiento, a establecer los objetivos del mismo y a planificar una estructura de tratamiento para cada sesión de asesoramiento.

Durante el tratamiento, el terapeuta ayudará a la pareja a comprender la dinámica relacional que crea el problema y a guiar a ambos miembros de la pareja para que comprendan su papel en las interacciones disfuncionales. Esta mayor comprensión de los problemas de la relación y de la angustia les ayudará a cambiar la forma en que perciben la relación y al otro.

Aunque obtener una visión es importante, otro aspecto crucial de la terapia de pareja consiste en cambiar realmente los comportamientos. Los terapeutas de pareja suelen asignar a los miembros de la pareja tareas para que apliquen las habilidades que han aprendido en la terapia a sus interacciones cotidianas.

La mayoría de las parejas salen de la terapia con un mayor conocimiento de sus patrones relacionales y con las habilidades necesarias para comunicarse eficazmente y resolver problemas con sus parejas.

¿Quién debería considerar la terapia de pareja?

La terapia de pareja es beneficiosa para cualquier tipo de relación, incluyendo:

  • Relaciones heterosexuales u homosexuales
  • Relaciones de jóvenes adolescentes o universitarios
  • Relaciones con una gran diferencia de edad
  • Relaciones que se encuentran en cualquier fase, como las de noviazgo, las de compromiso o las de matrimonio

Por ejemplo, una pareja recién comprometida puede encontrar en el asesoramiento prematrimonial una oportunidad inestimable para abordar las expectativas de la relación antes de casarse. Otra pareja, que lleva 25 años juntos, podría descubrir que el asesoramiento matrimonial es una forma eficaz de recuperar la sensación de entusiasmo y romanticismo en su relación.

La terapia de pareja puede resolver un problema actual, prevenir una exacerbación de los problemas o simplemente proporcionar un “chequeo” a una pareja feliz que está pasando por un periodo de transición o de mayor estrés. 

Las áreas de preocupación más comunes que se abordan en la terapia de pareja son los problemas de dinero, la crianza de los hijos, el sexo, la infidelidad, la política familiar, los problemas de salud crónicos, la infertilidad, el juego, el consumo de sustancias, la distancia emocional y los conflictos frecuentes.

¿Debo ir a terapia o divorciarme?

Si tu relación actual se tambalea, divorciarse no es la única opción: el asesoramiento a parejas puede salvar un matrimonio en dificultades. Si tienes algún deseo de seguir casado con tu cónyuge, deberías ir a terapia de pareja. El asesoramiento de pareja, también conocido como asesoramiento matrimonial, podría ser lo que tu relación necesita para curar viejas heridas y empezar de nuevo. El asesoramiento puede ser una forma significativa de restaurar los cimientos del matrimonio y aclarar si el divorcio es la decisión adecuada.

¿En qué se diferencia la terapia de pareja online de la tradicional?

En Mejor sin Ansiedad, no solo estamos revolucionando la forma en que los terapeutas practican la terapia de pareja, sino que también pretendemos reducir el estigma de recibir asesoramiento de pareja y hacer que la terapia de pareja sea más accesible y asequible.

La terapia de pareja online tiene varias ventajas que no se dan en la terapia de pareja presencial tradicional.

Los terapeutas de pareja de Mejor sin Ansiedad han descubierto que este formato permite mantener conversaciones mucho más productivas, lo que da lugar a un progreso mucho más rápido en el tratamiento.

La terapia de pareja online también es ideal para las parejas en las que uno o ambos miembros viajan con frecuencia o tienen horarios muy diferentes y no pueden coordinar un momento para asistir juntos a las sesiones de terapia de pareja. Además, las parejas con hijos que tienen dificultades para encontrar una guardería pueden beneficiarse mucho de la accesibilidad de Mejor sin Ansiedad.

La terapia de pareja en persona tampoco suele estar cubierta por muchos planes de seguro médico, y puede resultar bastante costosa para muchas familias después de unas pocas sesiones.


¿Qué es la trampa mutua en la relación de pareja y cómo salir de ella?

¿Qué es la trampa mutua en la relación de pareja y cómo salir de ella?

Cuando se inicia lo que comúnmente conocemos como “Crisis en nuestra relación de pareja”, nos podemos encontrar ante una serie de comportamientos aversivos tanto en uno mismo como en el otro miembro, hasta el punto de consolidar lo que llamamos: la polarización en la pareja que no es más que la presencia del uso de acusaciones, reproches, desprecios y otros intercambios negativos (directos o indirectos) a veces hasta públicos que se practican a modo de estrategia, con el fin de hacer cambiar el comportamiento de nuestra pareja, en sucesivos intentos para que el otro acepte nuestra postura frente a la dificultad. Incluso por medio del comportamiento antes descrito las diferencias e incompatibilidades en la pareja se ven acrecentadas; los esfuerzos incesantes por querer cambiar la conducta del otro, son antagónicos a los esfuerzos del otro miembro por mantener los mismos patrones de conducta, llegando entonces a consolidar lo que llamamos: La trampa mutua, que no es otra cosa que el resultado de conseguir una polarización en la pareja, donde las diferencias entre ambos miembros se hacen muy notorias, hasta el punto de generar distanciamiento. Esta se percibe por ambos como un estado de estancamiento en la relación, sensación de hastío, desesperanza, que incluso impide a la misma a salir de ese círculo vicioso de interacciones negativas. Estos sentimientos muchas veces intentan ser aliviados por medio de discusiones que hacen referencia a la problemática principal a la que se está enfrentando la pareja en la actualidad, lo que a su vez refuerza el conflicto.

Terapia Conductual Integrativa de Pareja (TCIP)

Muchas veces romper con la polarización y consecuente trampa mutua en la relación de pareja no es tarea fácil, lo que nos lleva a solicitar la ayuda de un profesional que nos oriente y ayude a romper con esta espiral. El terapeuta tiene la función de ayudar a los consultantes a adquirir una visión más completa del comportamiento de su pareja, renunciando a la idea que las diferencias que existen entre ambos no son tolerables y que por consiguiente, la única solución sería el cambio. En la actualidad, contamos con la Terapia Conductual Integrativa de Pareja (TCIP), es una propuesta de intervención psicoterapéutica, la cual hace hincapié en que las personas acepten patrones de comportamiento considerados como inadmisibles en sus parejas. El componente de aceptación no implica la concepción de patrones de resignación, más bien la aceptación serviría como instrumento para convertir la problemática en medios para alcanzar la intimidad entre los miembros, además los miembros de la pareja aprendan a apreciarse entre sí gracias a sus diferencias y no sólo por sus compatibilidades.

La TCIP es una terapia de tipo contextual, que enmarca tanto en el presente e histórico de la problemática de los solicitantes, además cuenta con estrategias para hacerle frente a dicha problemática: el intercambio de conductas positivas y el entrenamiento en comunicación y solución de problemas (Barrero, 2008; Jacobson y Margolin, 1979). Con la primera estrategia lo que se busca es aumentar la cantidad de estímulos reforzantes que los haga sentir satisfechos con la otra persona y reducir las interacciones negativas; La segunda estrategia es de gran utilidad e inclusive indispensable, dado que la gran mayoría de las problemáticas presentadas dentro del contexto de pareja se desarrollan debido a la inadecuada, insuficiente comunicación o habilidades para solucionar conflictos.